EL MENOS PIOOOOOR?
Corrupta influencia corre por las venas del tabasqueño Graco Ramírez Garrido Abreu que llevó a la aprobación de la reforma petrolera.
Fue esa corrupta influencia la que obró a favor de modificaciones legales que, si bien atajaron las descaradas propuestas privatizadoras de Felipe Calderón y los legisladores del PAN y del PRI, dejaron rendijas que posibilitan la entrega en exclusiva a empresas transnacionales, de bloques o áreas del Golfo de México para la exploración y explotación en aguas profundas.
Esa corrupta influencia se llama Rafael Aguilar Talamantes, un político hoy retirado cuyo traicionero desempeño quedó registrado en la historia nacional en 1991, cuando la diputada del PRD, Celia Torres le arrojó treinta monedas para hacerlo pasar públicamente por un Judas mientras él, desde la más alta tribuna legislativa del país, denostaba a Cuauhtémoc Cárdenas, el aliado que lo había llevado a él y a sus seguidores a ocupar un buen número de asientos en la Cámara de Diputados.
El propio Aguilar Talamantes, reconoció haber recibido fondos del gobierno de Luis Echeverría para fundar en los años setenta el Partido Socialista de los Trabajadores, en él fueron sus pupilos mas avanzados Jesús Ortega y Jesús Zambrano así como los hoy senadores del partido del sol azteca el tabasqueño Graco Ramírez Garrido Abreu y Carlos Navarrete, piezas clave para el PAN y el PRI en la negociación de la reforma petrolera.
Conforme fue creciendo el movimiento estudiantil de 1968, el gobierno buscó puentes de contacto con los jóvenes inconformes y lo hizo a través de la FNET, no precisamente por una representatividad que para ese momento le había sido arrebatada por el Consejo Nacional de Huelga, sino porque era la instancia que el poder había cooptado y sobre la que tenía control. Ese era el fondo del juego que con maestría desempeñó Aguilar Talamantes en su carrera política.
Así que apoyado por el ex presidente Echeverría, el hombre que junto con Gustavo Díaz Ordaz había reprimido el movimiento estudiantil del que formaba parte, Aguilar Talamantes fundó en 1975 el Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Una especie de franquicia política que obtuvo su registro en 1979.
Según el documento con que se constituyó, se declaraba por los principios del socialismo y por la transformación de la sociedad mexicana en una comunidad de orden superior, en la que no existieran la opresión y la explotación, el hoy senador del PRD el tabasqueño Graco Ramírez y Juan Ignacio Valle lo acompañaron en esa aventura fundacional.
Sin embargo, Aguilar Talamantes fue desconocido por el esquirol Graco Ramírez Garrido Abreu, quien expulso (a Talamantes) por “faltas graves a la integridad del partido”. (Como lo hace hoy con Raul Iragorri)
Consumado el fraude que llevó a Carlos Salinas a Los Pinos, los alumnos (Jesús Ortega Martínez, Jesús Zambrano y Graco Ramírez) ya integrados al PRD, desarrollaron el arte de la transacción política inescrupulosa y aprendieron a hacer de las derrotas políticas, victorias para sus intereses personales y de grupo. Por eso ellos y su maestro Aguilar Talamantes hoy son sinónimo de una oposición al gusto de los gobernantes. Recordemos que el tabasqueño Graco Ramírez Garrido Abreu desconoció a Andrés Manuel Lopez Obrador, legitimó a Felipe Calderon y las más de 60 mil muertes en el país y en Morelos con su amigo, aliado o patrón el Gobernador Holograma Marco Adame Castillo. (dice ser por Morelos)
El mejor motivo para no tomar en cuenta al tabasqueño Graco Ramirez (a la gubernatura de Morelos) es visualizar un desgobierno PEOR que el de Marco Adame y mucho más al de Manuel Martínez Garrigos.
Atentamente
Alberto Mujica